Tal día como hoy (21 de Mayo) de 1799, en Lyme Regis, condado de Dorset (Inglaterra), nace la paleontóloga y coleccionista de fósiles Mary Anning.
El coleccionismo de fósiles se encontraba en boga a finales del siglo XVIII y principios del XIX, primero como un pasatiempo similar a la filatelia, pero gradualmente se fue transformando en una ciencia al irse comprendiendo la importancia de los fósiles para la geología y la biología.
En 1826, a los 27 años, se las arregló para ahorrar suficiente dinero con el fin de comprar una casa con un gran ventanal de cristal que daba a la calle a modo de escaparate y fundar una tienda llamada Almacén de fósiles Anning.
Además de adquirir sus especímenes, varios de los principales geólogos de la época visitaron a Anning para trabajar con ella en la recolección de fósiles y para tratar cuestiones de anatomía y clasificación. Henry de la Beche, quien se convertiría en uno de los principales geólogos británicos, recolectaba fósiles con ella (y a veces también con su hermano Joseph) cuando todavía eran adolescentes.
Al ser una mujer de clase trabajadora, Anning siempre sería considerada como una intrusa para la comunidad científica. En esa época a las mujeres de Gran Bretaña no se les permitía votar (ni a los hombres de clase obrera que eran demasiado pobres para cumplir con el requisito de tener propiedades), ocupar cargos públicos o asistir a la universidad, y la recientemente formada, pero cada vez más influyente Sociedad Geológica no permitía siquiera a las mujeres asistir a las reuniones en calidad de invitados, y mucho menos convertirse en miembros.
Una joven que a veces la acompañaba mientras ella recogía, escribió: «Mary dice que el mundo la ha utilizado hasta la saciedad... estos hombres de ciencia han chupado su cerebro, y han sacado un gran partido publicando obras, de las cuales ella elaboró los contenidos, sin recibir nada a cambio».
Tras su muerte, su amigo Henry de la Beche, presidente de la Sociedad Geológica de Londres, escribió un panegírico publicado en las actas trimestrales de la Sociedad. Normalmente, tal honor solo era concedido a los miembros fallecidos y Anning fue, no solo la primera persona que los recibió sin pertenecer a la asociación, sino también la primera mujer a quien fueron dedicados. No hay que olvidar que la Sociedad Geológica de Londres, hasta 1904, no admitió entre sus miembros a ninguna persona del sexo femenino. El panegírico comenzaba así:
No puedo cerrar esta noticia sobre nuestras pérdidas por muerte sin publicitar la de alguien, que, aunque no pertenecía a las clases incluso más acomodadas de la sociedad, tenía que ganarse su pan de cada día con su trabajo, contribuyó con su talento e incansables investigaciones en no poca medida a nuestro conocimiento de los grandes Enalio-Saurios y otras formas de vida orgánica enterradas en las cercanías de Lyme Regis ....
Mary Anning será conocida por sus múltiples e importantes descubrimientos que realizará en los lechos marinos del período Jurásico en Lyme Regis, su localidad natal; Ictiosauros, Plesiosauros, Peces fósiles y pterosaurio, Invertebrados y restos fósiles.
Su trabajo contribuirá decisivamente a engendrar los cambios oportunos en la manera de entender la vida prehistórica, la historia de la Tierra y se convirtieron en piezas clave para demostrar el fenómeno de la extinción
Como curiosidad comentar que el antiguo trabalenguas,
She sells sea shells on the sea shore fue compuesto en 1908 por Terry Sullivan, inspirado en la historia de la vida de Mary Anning. El texto original era:
She sells seashells on the seashore
The shells she sells are seashells, I'm sure
So if she sells seashells on the seashore
Then I'm sure she sells seashore shells.
(Ella vende conchas en la costa
Las conchas que vende son conchas marinas, estoy seguro
Si vende conchas en la costa
entonces estoy seguro que vende conchas de la costa.)