La filosofía de José Ortega y Gasset se asienta en la vida humana y su realización. Funda el conocimiento de la vida humana como la realidad radical, uno de cuyos componentes esenciales es la propia razón.
«Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo»
Su corriente filosófica se encuentra en el vitalismo. Esta corriente se caracteriza por considerar la vida como centro de cualquier investigación filosófica. Su pensamiento empieza siendo objetivista y termina con el raciovitalismo, pasando por el perspectivismo.
En realidad, su corriente es una superación del vitalismo y del racionalismo, tomando aspectos de las dos para crear el raciovitalismo, que considera la vida como centro de cualquier investigación y a su vez da bastante valor a la cultura y a la Razón, que el vitalismo clásico niega.
El pensamiento de Ortega se suele dividir en tres etapas:
- Etapa objetivista (1902-1914): influido por el neokantismo alemán y por la fenomenología de Husserl, llega a afirmar la primacía de las cosas (y de las ideas) sobre las personas.
- Etapa perspectivista (1914-1923): se inicia con Meditaciones del Quijote. En esta época, Ortega describe la situación española en España invertebrada (1921).
- Etapa raciovitalista (1924-1955): se considera que Ortega entra en su etapa de madurez, con obras como El tema de nuestro tiempo, Historia como sistema, Ideas y creencias o La rebelión de las masas.