¿Las pulgas de la rata negra eran portadoras de qué enfermedad?

¿Las pulgas de la rata negra eran portadoras de qué enfermedad?

Cuando la gente piensa en las guerras, suele imaginarse sangre y sangre, con soldados luchando en las trincheras o en el campo de batalla. Pero hay otro factor que influye en el bando que gana una guerra: las enfermedades infecciosas. Aunque estas infecciones eran devastadoras, su aparición era esporádica: en muchos casos, iban seguidas de un importante periodo de calma. En los años posteriores a la guerra, el historiador William H. McNeill argumentó de forma convincente que las enfermedades habían sido uno de los factores decisivos para determinar qué potencias triunfarían en cualquier conflicto importante entre 1500 y 1900. En su estudio sobre la enfermedad y el conflicto, John D. Post ha demostrado que el número de muertes por enfermedades epidémicas en Europa durante la primera mitad del siglo XIX fue aproximadamente cuatro veces mayor que en cualquier otro periodo desde 1600. Aunque estas infecciones fueron devastadoras, su aparición fue esporádica: en muchos casos, fueron seguidas de un importante periodo de calma

En los años posteriores a la guerra, el historiador William H. McNeill argumentó de forma convincente que las enfermedades habían sido uno de los factores decisivos para determinar qué potencias triunfarían en cualquier conflicto importante entre 1500 y 1900.

En su clásico libro Plagues and Peoples, McNeill argumentó de forma convincente que las enfermedades epidémicas eran uno de los factores decisivos para determinar qué potencias triunfarían en cualquier conflicto importante entre 1500 y 1900. Si aceptamos esta afirmación, parece razonable suponer que también sería cierta para los conflictos actuales. Al considerar cómo las epidemias pueden afectar al orden mundial presente y futuro, debemos tener en cuenta tanto los brotes naturales de enfermedades infecciosas como el ébola o el zika, como los provocados por el hombre, como los ataques bioterroristas con ántrax o viruela.

En su estudio sobre las enfermedades y los conflictos, John D. Post ha demostrado que el número de muertes por enfermedades epidémicas en Europa durante la primera mitad del siglo XIX fue aproximadamente cuatro veces mayor que en cualquier otro periodo desde 1600.

En su estudio sobre enfermedades y conflictos, John D. Post ha demostrado que el número de muertes por enfermedades epidémicas en Europa durante la primera mitad del siglo XIX fue aproximadamente cuatro veces mayor que en cualquier otro periodo desde 1600. Las principales causas fueron la fiebre tifoidea (propagada por los piojos), el cólera (propagado por el agua contaminada), la viruela, el sarampión y la escarlatina transmitida por las pulgas de las ratas.

El libro de Post se titula Disease and War. Es una buena fuente de información sobre el tema, pero también hay muchos otros

Aunque estas infecciones fueron devastadoras, su aparición fue esporádica: en muchos casos, fueron seguidas de un importante periodo de calma.

Aunque estas infecciones fueron devastadoras, su aparición fue esporádica: en muchos casos, fueron seguidas de un importante periodo de calma.

Por ejemplo, la peste negra no volvió a aparecer hasta casi 200 años después de su aparición inicial en Europa. A continuación, la peste reapareció esporádicamente durante los 300 años siguientes antes de volver a desaparecer de la Europa continental (aunque siguió haciendo estragos en Inglaterra).

La peste también fue un factor que limitó el crecimiento de la población durante esta época.

Hay muchos factores que contribuyeron a la Peste Negra en Europa. Uno de ellos fue la peste, que es una enfermedad de las ratas. Las pulgas de la rata negra eran portadoras de lo que hoy conocemos como peste bubónica. Las ratas eran comunes en Europa, especialmente en las ciudades portuarias, donde tenían acceso a la comida y podían esconderse de depredadores como los gatos o los perros. La peste era un factor importante que limitaba el crecimiento de la población durante este periodo, ya que un gran número de personas moría cada año a causa de ella y no había suficientes trabajadores sanos disponibles para la producción agrícola u otras actividades económicas. Hoy en día, la peste sigue siendo un problema en todo el mundo, ya que se registran unos 500 casos anuales en todo el mundo, a pesar de que hace tiempo que se cree que está erradicada de todas las zonas, excepto de las más remotas, como África y Asia (CDC).

Las enfermedades infecciosas han influido en la historia más de lo que la mayoría de la gente cree.

La importancia de las enfermedades infecciosas en la historia de la humanidad no puede ser exagerada. En el siglo XIX, desempeñaron un papel fundamental a la hora de determinar qué potencia triunfaría en cualquier conflicto importante entre 1500 y 1900. No es exagerado decir que muchas guerras se ganaron o perdieron en función de la capacidad de un bando para controlar la exposición de su población a estos patógenos mortales.

Conclusión

La peste negra es un ejemplo perfecto de cómo las enfermedades infecciosas han marcado la historia del mundo. Puede ser difícil de creer hoy en día, pero hubo un tiempo en que esta enfermedad era tan devastadora que amenazaba la existencia misma de nuestra especie. Pero como hemos visto, fuimos capaces de superar esta amenaza gracias a nuestro ingenio e inteligencia. Esperemos que sigamos trabajando juntos para protegernos de tales amenazas en el futuro.

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