En los últimos tiempos muchas personas todavía se preguntan qué es el Alzheimer y cómo influye en persona. No es más que un trastorno neurológico progresivo que afecta directamente al comportamiento, al pensamiento y a la memoria, que hace que el cerebro disminuya su tamaño y, por lo tanto, se atrofie provocando que las neuronas cerebrales mueran.
Hasta el momento, es la causa más común de demencia, un deterioro continuo en el proceso conductual, cognitivo, de razonamiento y de las habilidades sociales que influye negativamente en la capacidad de una persona para vivir de manera independiente.
¿Existe cura para el Alzheimer?
Los signos tempranos de la enfermedad incluyen el olvido de eventos o conversaciones recientes y algunos medicamentos pueden mejorar temporalmente los síntomas o retardar su progresión.
Estos tratamientos pueden ayudar a las personas a prolongar al máximo sus funciones y a desenvolverse de forma independiente por un tiempo. También existen diferentes programas y servicios para brindar apoyo a las personas con enfermedad de Alzheimer, así como a sus cuidadores.
Desafortunadamente, no existe un tratamiento para el Alzheimer, que realmente valga para curar la enfermedad, o que ayude a alterar la incidencia de su evolución en el sistema nervioso central.
De hecho, en las etapas avanzadas de la anomalía, las complicaciones derivadas de la pérdida grave de la función cerebral, tales como la deshidratación, la malnutrición o la infección son causas probables de muerte súbita del paciente.
Síntomas de Alzheimer
La pérdida de memoria es el primer síntoma clave de la enfermedad. Las primeras señales del padecimiento incluyen dificultad para recordar eventos o conversaciones recientes. A medida que la enfermedad avanza, los problemas de memoria se hacen más patentes y se desarrollan otros síntomas.
Al principio, un paciente con Alzheimer puede ser consciente de que tiene problemas para recordar las cosas y organizar los pensamientos. Sin embargo, es muy probable que ello sea más notable para los familiares y allegados que circundan a la persona.
¿Dónde queda la memoria?
Nadie escapa a las lagunas mentales ocasionales, por lo tanto, la pérdida de la memoria asociada con la enfermedad de Alzheimer es persistente, empeora y afecta la capacidad para desempeñarse en las labores cotidianas del trabajo y del hogar.
En cuanto a la conducta que pueden exhibir las personas con la enfermedad de Alzheimer se encuentran la repetición de afirmaciones y preguntas, la incapacidad para recordar conversaciones recientes, citas y eventos, colocar sistemáticamente objetos personales en lugares absurdos, perderse incluso en sitios conocidos hasta que, finalmente, el paciente llega a olvidar hasta el nombre de sus familiares.
¿Cómo se siente una persona con Alzheimer?
Tal y como se ha dicho, la enfermedad de Alzheimer genera problemas para concentrarse y pensar, en especial sobre conceptos abstractos, tales como pueden ser los números.
Para una persona con esta patología, llevar a cabo diferentes tareas a la vez es una cuestión cuesta arriba: controlar las finanzas, poner al día las cuentas y pagar las facturas en forma puntual, por ejemplo, son tareas que pueden resultar en todo un desafío.
Hacer valoraciones y tomar decisiones, planificar actividades junto a la familia y amigos es, por demás, sumamente difícil, derivando en cambios de humor, depresión, apatía y aislamiento social, e incluso en la paranoia y el delirio.