Fuerza G negativa
La llamada Fuerza G negativa tiene que ver con ciertas maniobras (picada, vuelo invertido, giros hacia fuera), en los cuales un piloto de aeronave puede verse sometido a tanta aceleración radial que acabe por ver todo en color rojo.
Si, por ejemplo, se lanza súbitamente el avión en picada desde la posición de vuelo horizontal, el cuerpo del aviador queda sometido a una fuerza en dirección cabeza-asiento, que le hace reaccionar en dirección inversa, es decir, asiento-cabeza.
Se trata de una fuerza que produce en el piloto el efecto de ser elevado del asiento y genera un flujo mucho mayor de sangre en su cabeza, que le ocasiona palpitaciones y la sensación de plenitud cerebral.
¿Qué saber de la Fuerza G negativa?
Las fuerzas G no son una medida de fuerza, sino, más bien una medida intuitiva de aceleración. Se basan en la aceleración que produciría la gravedad terrestre en un objeto cualquiera en condiciones ideales, esto es, sin atmósfera u otro rozamiento.
Una aceleración de 1G es generalmente considerada como igual a la gravedad estándar, que es de 9.80665 metros por cada segundo cuadrado.
La Fuerza G negativa para un objeto es de 0G en una caída libre, y de 1G para cualquier objeto estacionario en la superficie de la Tierra al nivel del mar. Aparte de esto, las fuerzas G pueden ser mayores a 1, como en los casos particulares de una montaña rusa, una centrifugadora o un cohete.
Fuerza G negativa: ejemplos
Para cualquier persona que se haya subido a bordo de un vehículo automotor, la aceleración es un fenómeno y una sensación bastante familiar. El individuo la experimenta en cada cambio de dirección y velocidad respecto al punto de referencia. Cuando se modifican algunas de ellas, se pueden sentir lado a lado y de atrás hacia adelante.
En este sentido la aceleración y la Fuerza G negativa pueden ser denominadas en términos más sencillos: la aceleración de 1G es el cambio de la velocidad en aproximadamente 35 km/h ó 22 mph en un segundo.
Esto quiere decir que un automóvil de alto rendimiento puede desacelerar o frenar a aproximadamente 1G. Ello significa que un vehículo que viaje a 105 km/h (66 mph) y frene en 1 segundo, experimentará una fuerza de 3G.
Tolerancia Fuerza G en humanos
El nivel de tolerancia humana dependerá de la magnitud de la propia fuerza G, la duración, la dirección, el lugar aplicado y la postura del cuerpo.
Por ejemplo, la flexibilidad que caracteriza al cuerpo humano por ley de la materia, hace que un gran golpe en la cara pudiera llegar a los cientos de Gs, pero no produciría ningún daño real.
En tanto, 16G por minuto puede ser, sin duda, letal. Cuando hay vibración de por medio, las fuerzas Gs negativas relativamente bajas pueden causar serios daños si se encuentran en la frecuencia de resonancia de los órganos y de los tejidos.
Hasta cierto grado, la tolerancia a esta fuerza puede ser viable, habiendo una considerable variación entre la resistencia de distintos individuos. Algunas enfermedades tales como los problemas cardiovasculares reducen la tolerancia.