La taxología es la ciencia o técnica de las clasificaciones. Es una palabra que proviene de la unión de la raíz griega “taxos”, que significa ordenamiento u organización, con el sufijo “logos”, que significa tratado.
La taxología es el método o sistema que utilizan las ciencias para clasificar u ordenar los objetos de su estudio. De acuerdo a la taxología y como consecuencia de la misma se establece la taxonomía, que es la clasificación de los nombres de dichos objetos de estudio.
La palabra taxología fue usada por primera vez por el botánico inglés John Lindley a mediados del siglo XIX.
Usos de la taxología
La taxología es lo que permite que los diferentes temas u objetos de estudio de una disciplina se mantengan ordenados y clasificados, para su mejor control y acceso por parte de los interesados.
Está ligada en sus raíces a la noción de ordenamiento y jerarquía, permitiendo clasificar tanto seres vivos como inanimados, así como hechos y fenómenos del mundo natural.
En su aplicación práctica la taxología da origen a la taxonomía, que permite identificar y clasificar los diferentes nombres que poseen los organismos, materias y fenómenos estudiados.
Orígenes de la clasificación taxológica
En sus orígenes más remotos la taxonomía se remonta a la épocas de los griegos antiguos, siendo el filósofo Aristóteles el primero que estableció los principios elementales de la clasificación de las especies de seres vivos.
La taxología y la taxonomía, como métodos de clasificación científicos íntimamente ligados, tienen su origen en las categorías establecidas por el naturalista sueco Carlos Linneo, quien a mediados del siglo XVIII estableció una nomenclatura para clasificar a los seres vivos.
El sistema de ordenamiento ideado por Linneo establecía clasificaciones específicas como Reino, Clase, Familia, Género y Nombre, que permitían ubicar con precisión a los seres vivos siguiendo un principio jerárquico.
Ejemplos de clasificación taxonómica
Siguiendo la clasificación establecida por Linneo podemos determinar la taxonomía de cualquier ser vivo.
Si tomamos como ejemplo al perro común o doméstico, dicha clasificación sería la siguiente:
Reino = Animal.
Filum = Cordado.
Clase = Mamífero.
Orden = Carnívoro.
Sub-orden = Caniformia.
Familia = Canidae.
Género = Canis.
Especie = Canis Lupus.
Sub-especie = Canis lupus familiaris.
Esta clasificación tiene la forma de una pirámide invertida, siendo el Reino la categoría más amplia y la Sub-especie la más estrecha. De esta manera podemos rastrear las diferentes clasificaciones a las que pertenece el perro que conocemos actualmente y ubicarlo con precisión dentro de la categoría de seres vivos.
Principios de la taxología aplicados en diferentes áreas
Si bien la taxología se ocupa principalmente de la clasificación de seres vivos, sean orgánicos o no, los principios de esta ciencia pueden aplicarse a diversas áreas o disciplinas del conocimiento creadas por el ser humano, sirviendo como principio organizativo de uso general.
En áreas del conocimiento tan diversas como la medicina, el derecho, la bibliotecología, la informática y muchas otras, los principios de organización y clasificación de la taxología permiten relacionar hechos y conceptos de una manera eficaz.
Esto permite en primer lugar ordenar de manera lógica los objetos del conocimiento humano, estableciendo relaciones jerárquicas entre los mismos, siguiendo un principio de coherencia y causalidad.
Dichas estructuras organizativas pueden representarse gráficamente en forma de diagramas, árboles o pirámides, con el fin de obtener con mayor claridad una visión general de las relaciones que mantienen entre sí.
La taxología como principio organizativo de sitios web
Una de las aplicaciones actuales de la taxología y de la taxonomía la podemos observar en el diseño de páginas web, ya que sus creadores utilizan sus principios organizativos para facilitar la búsqueda y ubicación de información de manera eficiente, facilitando la tarea de quienes buscan información en este tipo de medio electrónico.