Aquello que nos distingue de la irracionalidad de los animales, es lo que podríamos llamar conocimiento humano, lo que sabemos de las cosas por el discurso natural, o en otras palabras, la luz de la razón: la inteligencia humana.
Se refiere a eso que nos "ilumina" con el conocimiento, permitiéndonos saber quiénes somos, nos permite darnos una perspectiva acertada del mundo que nos rodea, y la relación que tenemos con este y con nuestros iguales.
Conocer la luz de la razón
Estos términos "Ilustración", " y "Siglo de las Luces" corresponden a la luz de la razón, puesto que en su progreso, esta ilumina a la sociedad con base al conocimiento, la ciencia, y el saber en general.
Los ilustrados tenían una alta pretensión: superar un pasado oscuro y de sombras, gracias a la luz del conocimiento y de la razón, contrapuesto a la ciega palabra de Dios y por un respeto absoluto a la autoridad bíblica.
En la antigüedad el hombre naturalmente era mucho menos racional religioso y mitológico, por lo que el actuar de la humanidad se relacionaba más con lo emocional, pero la humanidad, al pasar la edad media volvió a salir de ese oscurantismo, por lo que la razón llegó a alumbrar de nuevo la tierra.
¿Qué fue la Ilustración?
Desde hace siglos está presente en la historia cultural de la humanidad una metáfora que va a identificar el conocimiento - y la razón proveniente de este- con una luz que otorga luces a la mente humana, aclarando así el entendimiento.
Abarca las ciencias profanas hasta la razón, desde las materias del gusto a la metafísica, desde la música hasta la moral, todo esto y más lo cubre el conocimiento, la ilustración.
Lo original del movimiento de la ilustración fue su valoración y su forma de pensamiento, pues fue una revolución cultural e intelectual, en principio generado en Europa, y nacido a mediados del siglo XVIII.
Precisamente inspiró profundos cambios culturales y sociales, y uno de los más importantes y drásticos fue la Revolución francesa.
Hasta la Revolución francesa
Este movimiento duró hasta los primeros años del siglo XIX y se desarrolló con más actividad en Inglaterra, Francia y Alemania. Existió también una Ilustración importante hispánica y española conocida como la Escuela Universalista pero más que política, se inclinó más a la ciencia y las humanidades.
Por tal motivo al siglo XVIII se le conoce como el Siglo de las Luces, y la época de la fe en el progreso del pensamiento y el nacimiento de ideas importantes, tales como la búsqueda de la felicidad, la evidencia de los sentidos, o la soberanía de la razón, todas como fuentes primordiales del aprendizaje.
La separación entre Estado e iglesia también tiene su nacimiento en este período y el nacimiento de ideales como la libertad, el progreso, y la fraternidad.
Un mundo mejor
Hombres de pensamiento agudo en este período de la Ilustración entendieron que el conocimiento humano combatiría la ignorancia, la superstición y las tiranías para así construir un mundo mejor.
Su objeto fue extender ese pensamiento en la población y divulgarse a través de los hombres de pensadores y escritores que ideaban formas novedosas de entender la realidad y la vida.
La importancia de la Ilustración en la luz de la razón se proyecta en la gran influencia en todo pensamiento y aspecto científico, económico, político y social.
En aquella época, se pudo expandir a través de los medios de difusión, como en, periódicos, libros y reuniones, en las que participaban los intelectuales y políticos con la finalidad de debatir y debatir sobre política, ciencia, economía, leyes, sociología, literatura o filosofía.
Así, la luz de la razón fue enriqueciendo la mente de la humanidad por su enfoque en el método científico, su capacidad para dividir sistemas y problemas en sus componentes a fin de encontrar una solución a las grandes diatribas universales de la humanidad y así entender mejor cuál es su funcionamiento.