MRI - Imagen de Resonancia Magnética

MRI - Imagen de Resonancia Magnética

Un estudio hecho a partir de una Imagen por Resonancia Magnética (MRI, por sus siglas en inglés) es el que se realiza con una cámara provista de un imán largo sin radiación, con el fin de poder tomarlas en dos o tres dimensiones y ver en detalle los órganos, huesos y tejidos de un ser humano.

Este tipo de exámenes con una duración de unos 30 a 45 minutos ayudan al personal médico a establecer un diagnóstico certero y su consiguiente plan de tratamiento.

Un MRI no utiliza radiación, sino imanes. Por tanto, seguramente el verificador pida al paciente se despoje de cualquier objeto metálico que pueda tener encima, collares, relojes, anillos, etc.

MRI en medicina h2

Los equipos de MRI poseen distintos componentes de precisión que permiten de manera integral definir la información correspondiente a la distribución de átomos dentro del cuerpo humano, empleando para ello la resonancia magnética.

El elemento más importante del equipo es el imán con la capacidad de manifestar un campo magnético fluido con gran intensidad.

Una evaluación de este tipo se recomienda hacer para observar algún tipo de inflamación o infección dentro del cerebro, en los nervios y articulaciones.

Permite también diagnosticar posibles lesiones del tipo osteomuscular como tendinitis o daños en los ligamentos, hernias discales, quistes e identificar masas o tumores en los distintos órganos del cuerpo.

Resonancia magnética ¿Cómo es? H3

La persona será trasladada desde la sala de espera hacia un salón de preparación, donde una enfermera le tomará los signos vitales y revisará su historia clínica.

Algunos de estos estudios por MRI se realizan con “contraste”, el cual es un líquido especial parecido al agua, pero que permite al examinador observar los detalles de la parte del cuerpo que está siendo explorada.

Dicho contraste se aplica de dos maneras: por vía intravenosa a través de un catéter y/o por vía oral, dependiendo del caso específico.

  • Toma de las imágenes

Una vez preparado el paciente, será conducido a la sala de MRI o “Sala de Imágenes”, donde existe una mesa larga conectada a un escáner tipo túnel donde se ubica la cámara de resonancia magnética.

El paciente se acostará en una camilla y el tecnólogo le asegurará bien con una cinta de velcro. Además, también le será colocado un escudo plástico sobre la parte que va a ser examinada.

Después de que comience la prueba, la cama se moverá lentamente a través del túnel; luego se detiene y permanece allí en su sitio para el escáner. El MRI nunca hace contacto con el paciente y es totalmente indoloro. Únicamente capta imágenes.

  • Resultados inmediatos de IRM

Posteriormente al examen, entre las primeras 48 y 72 horas laborables, los resultados de la MRI serán enviados directamente al médico tratante. Es muy importante que la persona se mantenga tranquila durante el procedimiento.

Otra cosa que hay que destacar es el hecho de que no todas las personas son aptas para realizarse un MRI, aun cuando sí puedan someterse a otros tipos de examen por imagen.

Por ejemplo, los pacientes con marcapaso o cualquier tipo de implante metálico en el cuerpo no deberían someterse a un MRI, a menos que el médico y el radiólogo así lo aprueben.

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